miércoles, 18 de abril de 2007

La verdad insoportable...

Ayer pasaron muchas cosas aparentemente insignificantes pero ciertamente reveladoras. Tengo mucho sueño como para narrarlo en estos momentos, pero la cuestión es que de poco a poco se hicieron un montón. Un montón importante y pesado.

No dormimos nada del lunes al martes. No dormimos por la satisfacción del trabajo. Porque estábamos editando -para variar- en el último momento.

Pero qué buena edición. Me enorgullezco de mi trabajo. Me da gusto el resultado. Lo siento muy mío porque es mi gente la que está involucrada ahí. Es un trabajo en equipo, claro está, pero de verdad que casi me parece que es sólo mío.

Atesorar el trabajo. Saber que se hizo algo bien es mucho mejor que los demás reconociendo el trabajo. Al menos para mí. A mí no me importa si a los demás les gusta o les disgusta, o les disgusta porque gusta.

Fue una lástima que le llegaran a la maestra los comentarios cizañosos de alguna de mis compañeras -que además es COMPAÑERA- diciendo que había favoritismos y que pedía que se omitieran. Por supuesto que tenía razón en declarar que siempre llegamos tarde -porque es cierto- y en decir que todos tenemos las mismas oportunidades -porque es completamente cierto-. Pero de ahí a declarar que hay favoritismos, y que nos gusta llegar hasta el final -ja, seguro nos gusta llegar al final, desvelados, con la computadora-.

¿Qué es lo que molesta en realidad? ¿Que esta COMPAÑERA cree que ella no tiene esas oportunidades? ¿O será simplemente su afán de reconocimiento, y cree que su talento se opaca por el supuesto "favoritismo"?

Jajajajajajajajajaja. La verdad es que me da risa. Me da risa el dolo con el que fue a hablar del asunto. Me da risa la competencia tan estúpida en la que la gente del salón se ha enrolado. "Hay que ser mejor que las que hablaron en otro idioma" "Hay que hacerlo mejor que quienes piensan mucho las tomas"...

¿Por qué hacerlo mejor que ellos? ¿No deja más hacerlo mejor que lo que uno mismo realizó con anterioridad?

Yo no necesito ser mejor que nadie. No necesito otro parámetro que yo misma para saber que soy muy buena en lo que hago. No necesito una calificación que me ampare, ni comentarios que avalen lo que yo sé que soy. Lo que entiendo que hago.

Esta COMPAÑERA, pobre, necesita manifestar que siente que hay favoritismos para justificar la falta de reconocimiento de sí misma. Yo te reconozco. Siempre te he reconocido. Por supuesto que sé quién eres. Por supuesto que sé quién fue a expresar su molestia. Lo supe no porque me lo haya dicho la maestra. Sino porque lo sospeché por sus palabras, y lo corroboraron las acciones.

Entiendo perfecto que te moleste que lleguemos tarde y expongamos al final. Es más, incluso puedo entender que consideres que seguro entramos al final porque creemos que somos los mejores y lo mejor siempre va al final. Pero que vayas a decirle a la maestra que hay favoritismos, no ofende a nadie sino a ella y a tu propio trabajo. A ella, porque estás levantándole falsos. A tu trabajo, porque quiere decir que lo menosprecias tanto como para penser que otro puede ser favorito por encima de ti.

Yo creo que lo que hacías sempre había sido suficiente. Suficiente para los demás. Pero no importa lo que los demás opinen, sino lo que tú sientes. A lo mejor para ti tus trabajos son mejores que los anteriores. Supérate. No pretendas superar a los demás que no tienen ni tus aptitudes ni tus intenciones.

Jajajajaja, en fin. Eso para la próxima porque esta vez quedaste muy, muy mal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yes, indeed. I was wrong.

March La Cinefila Desconocida dijo...

Jajaja, lo genial es que ella se siente la ofendida porque ya se dio cuenta de lo molestos que estamos. De verdad, hay que ser cínico como ninguno para que ella y su amiguita boba que fue quien jalò los cables, tengan el descaro de sonreirnos mustiamente...

A mi me dan náuseas