martes, 8 de mayo de 2007

Está muy divertido eso de catalogarse ojete.Sobre todo si tienes 20 años y te sientes muy liberal. Esto no es ofensa para nadie, porque la verdad es que yo me catalogo ojete. No en el sentido sarcástico, sino que tengo una ojetes muy extraña. Muy directa. Me caes mal y se nota. Haces un comentario estúpido y lo hago notar. Hago un comentario estúpido y lo hago notar.

Ojete. Ojete también significa aceptar que la cagaste. Reírte de ti mismo.

Actualmente ser ojete está muy bien visto. Claro, no es lo mismo ser ojete en la primaria, ir en sexto y molestar a los que van en cuarto, o a tus compañeros de salón porque parecen de cuarto, que estar en la universidad y ser ojete. Si estás en la universidad y eres así, seguramente ya pasaste por un proceso que ha durado toda tu vida para poder demoninarte de esa manera. Es más, seguramente sufriste los estragos de que un ojete se aprovechaba de ti cuando tú no eras ojete. Y ahora el producto de la sociedad vejadora es que tú vejes a los demás.

Ojete. Pasas a ser parte de lo que alguna vez detestaste. Cambias al círculo selecto -que cuando estás adentro sabes que no es TAN selecto- de la gente que habla lo que piensa sin importar a quien le afecte y a quien no. Empiezas hablándolo bajito, hasta que poco a poco el mejor amigo de la ojetes, el cinismo, se apodera de ti, y tú crees que te apoderas de él.

Y entonces te gusta ser cínico. Te gusta la sensación de poder que la imprudencia brinda. Te gusta decir lo que los demás piensan y no se atreven, y tú lo adornas de comentarios desgraciados.

Sí, te gusta ser francote. Porque primero no eres ojete, eres directo. Después eres ojete, y te atreves a decirlo porque ya puedes decir lo que sea.

Sí, ser ojete es un vicio. De esos vicios que envuelven en un manto de seda que termina siendo una imitación barata de libertad.

Sólo hay una ojete que conozco, y que es mi amiga, que siempre ha sido así, que no tiene complejos, y que disfruta su libertad.

Los demás, incluyéndome, vivimos una farsa diaria y rodamos en el círculo vicioso de querer querer, pero no ser.

2 comentarios:

catrín lavandín dijo...

diras que soy pendejo, pero no entendí: ¿le estas tirando kk a alguien del salón?

jajaja.. es de sexo femenino?


saludos

Charb dijo...

Jajajaja, no Moncho, no hablo de nadie en particular, sólo es una disección sobre la gente ojete. Bueno, a lo mejor lo de la que disfruta ser ojete y siempre lo ha sido y en verdad es una señal de libertad y demás, ésa es Ovi. Pero por lo demás hasta me incluyo yo...