Hoy escuché en las noticias que el año pasado solamente Chile estaba por encima de México en cuanto a condiciones de vida, inversión y demás asuntos. Este año, además de Chile, Colombia y Costa Rica están por encima de la República Mexicana.
Colombia, la cumbre del Narcotráfico. Y aún así viven mejor que aquí. Decía el hombrecito que hablaba por la radio que la esperanza de México es la estabilidad macroeconómica.
Alexander Von Humboldt decía que México era un país muy virtuoso, y después se lamentaba porque este país está lleno de mexicanos que no aprovechan las bondades de su tierra.
A mí me tocó nacer. La nacionalidad es como la familia: una coincidencia. Sin embargo uno empieza a valorar o dejar de valorar su nación.
Me da tristeza voltear la cabeza sólo para observar que el panorama es gente malinchista que no quiere a su país, porque sienten que el país no les ha dado nada para quererlo. Me da pena pensar que lo que tanta gente ha hecho por su nación se degrada con los gobernantes actuales, con los habitantes actuales.
No sé bien qué quiero decir, pero tenía que sacarlo del organismo.
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