sábado, 4 de junio de 2011

MEP

Siento una desolación inmensa. Se me hace chiquito el corazón. Las lágrimas invaden el rostro. Tengo gastritis de pena. Ayer, MEP dejó de trabajar en la empresa. No sé ni qué escribir. Qué decir. Cómo decirlo. Me parece tan injusto. Tan cobarde.
Odio las formas. Ayer tenía muchas ganas de pedirles a quienes no tenían que estar ahí que se fueran. Por mí, lo hubiera hecho. Se me hacía un nudo en la garganta cuando la veía a ella, tan triste, yéndose por culpa de gente que no tendría porqué estar ahí, por culpa de gente que solamente ve su conveniencia y no se da cuenta de que el bien común significa felicidad personal.

Yo me quiero ir con ella. Quisiera haber podido hacer algo para evitarle tanto sufrimiento. Para evitarle tanto llanto. De verdad, deseo con toda mi energía que a esas personas causantes de su desventura, la vida les devuelva con creces todo lo que mal vibraron, todo lo que hicieron contra ella.

Uno puede hacer muchas cosas, menos traicionar a quienes han estado ahí, al pie del cañón. Menos hacer una cosa y decir que se hizo o se siente otra. Yo creo que, de hecho, el karma ya empezó a hacer lo suyo con la partida de MEP. La gente se encargará de lo demás.

Por mi parte, el llanto que derramo no es en balde. Lo derramo porque ya no voy a ver diario a una gran, gran mujer que me ha enseñado muchas cosas. Porque me duele que se haya cometido una injusticia tan grande con ella, que procuraba ser justa con todos. Recuerdo su rostro de ayer, empañado por las lágrimas, y me da coraje que hayan manchado su sonrisa.

Así que, para ella no tengo otra cosa que palabras de aliento y cariño. Aunque me duela su ausencia, sé que ella y yo seguiremos en contacto porque el lazo que forjamos está más allá que un espacio laboral. Me queda muy claro que a ella le esperan puras cosas buenas.

Para todos los demás, en nombre de MEP que es tan espiritual, tan religiosa, solamente tengo una frase que, de fondo, dice mucho más que de forma: "Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen". Aquí dudo que los perdonarán. A leguas se nota que lo que hacen es incorrecto y soberbio.

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