Mi contacto con la lectura comenzó prácticamente desde muy pequeña. Aún no sabía leer, pero mi mamá y mi tía se encargaban de empaparme los oídos con historias fantásticas que estimularon mi imaginación y provocaron en mí el deseo de conocer más.

Me enseñaron a leer en preprimaria. Y entonces yo era quien leía en voz alta aquellas historias que me atraparon de inicio.

Para segundo de primaria leí mi primer libro: Canek. Si me preguntara alguien de qué se trata, no sabría contestar con precisión. No obstante, sí podría hablar de las sensaciones que leer me provocaba: me sentía testigo de una vida distinta de la que vivía. Desarrollé, aún tan pequeña, un lazo de amistad con aquellos personajes que me envolvían y me invitaban a llegar al final de la trama, a descubrirlos en cada página, en cada palabra.

Cuando terminé Canek empecé a leer otro, y luego otro, y luego otro y, aunque ahora me doy cuenta de que no entendía muchas cuestiones, la lectura comenzó a guiarme, a instruirme, a forjarme el carácter.
No todo fue miel sobre hojuelas, en algún punto de la primaria uno de mis profesores nos dejó como tarea que leyéramos La Fuerza de Sheccid, de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Tal vez duré un año con la fiebre de aquel autor, pero afortunadamente expandí mis horizontes y encontré que otros autores tienen muchas más cosas que decir.

Espero que, a través de esta nueva sección, pueda transmitirte el gusto por la lectura. Espero describirte las experiencias estéticas que la lectura me provoca y que, en algún punto, me tengas la confianza suficiente como para compartir tus experiencias estéticas en este espacio.

Considera esta sección como tuya. Un lugar donde alguien plasma las caricias literarias que experimenta y donde tú puedes opinar sobre las propias, porque leer jamás es una pérdida de tiempo, es un transporte a otras dimensiones, a otras culturas. Es la prueba de que el tiempo puede ser cíclico, porque cada vez que alguien abre un libro y lee una novela, un cuento, poesía, o lo que se le antoje, se transporta a la época y lugar en que se sitúan los hechos, las reflexiones, los diálogos. Cuando uno lee se vuelve testigo, muchas veces protagonista de la historia escrita.

Así pues, te invito a que recorramos juntos este maravilloso mundo de la lectura. Yo sugiero, tú eliges.

Charbelí Ramos