c14753 Molloy es parte de una trilogía de Samuel Beckett, que marcará la pauta de su prosa.

Beckett rompe las reglas gramaticales. Con párrafos largos y reflexiones cargadas, la lectura puede volverse tediosa si no se le encuentra sentido.

De hecho, la novela es una constante búsqueda de sentido. En la primera parte, Molloy está en busca de su madre. Recorre caminos y se encuentra con obstáculos para encontrarla. No sabe dónde está ni cómo llegará a ella, la cuestión es que el intento es lo que lo llena de sentido.

En la segunda parte Moran tiene el trabajo de encontrar a Molloy. Es en esta búsqueda cuando su vida adquiere sentido y, curiosamente, empieza a sufrir una metamorfosis y comienza a tener características semejantes a Molloy, que bien podrían ser símbolos de autoreconocimiento en el otro.

Leer Molloy implica un ejercicio intelectual importante y, sobre todo, se necesita paciencia y resistencia a la frustración. Sin embargo, digno de la camada a la que pertenece, Beckett deja al lector lleno de dudas y cuestionamientos sobre su mundo y sobre el nuestro.