lunes, 15 de julio de 2013

Reconstrucción

Estuve enamorada. Como canción de Raphael, El divo de Linares. Por una época, me sentí correspondida. Pensé entonces que no había nada mejor que el amor que se corresponde. Fue maravilloso y, después, sumamente doloroso.

No pretendo decir que no volveré a enamorarme, a pesar de que el corazón me late con violencia a causa del miedo que me provoca. Solo sé que el desamor me dejó hecha un guiñapo y que es tiempo, una vez más, de recoger mis pedacitos y reconstruirme. No queda más que eso. Reconstruirme. Tal vez quedaré como un Picasso, pero, aunque no lo entendamos, Picasso es arte.

Los pros de esta situación ya los empecé a ver: mucha escritura y un reacomodo de gente. Las desventajas: el desamor mismo y la desesperanza.

Fui muy dichosa mientras estuve enamorada. Es una pena que haya terminado.

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