Odio los tacones. Me da muchísima flojera usarlos y además me canso muchísimo. Los odio.
Ahora, como estoy a punto de quedarme desempleada y quiero evitar salir de una compañía sin tener donde entrar, espero tener muchas entrevistas de trabajo.
A las entrevistas llevo tacones. Me jorobo mucho y los tacones me ayudan a mejorar la postura, además casi parece que es más femenino o estás mejor arreglada si avisas tu llegada con el sonido de un par de tacones golpeando el piso.
Ah, por cierto, si saben de algo, estudié Comunicación.
1 comentarios:
Con todo, ya hay una ventaja en ser "desempleado"... Significa que cuando menos alguna vez ya tuviste un "empleo pagado" '_'... Eso es siempre muy envidiable para muchos que no pueden colgarse ningún otro título más que el de "busco empleo" y tal situación les complica doblemente el cambio de estatus.
Publicar un comentario