miércoles, 6 de mayo de 2009

Shisha

Alicia y yo comenzamos a ser amigas porque en una de nosotras hubo la firme intención de que lo fuéramos. Gracias a una de sus mejores cualidades, ser directa, un buen día llegó y me dijo que tenía ganas de ser mi amiga. Así, sin más, llegó y me lo dijo. Debo reconocer, como se lo he confesado a ella, que de entrada me sorprendió. No estaba acostumbrada a que una amistad se estableciera en una frase. No era la costumbre, sin embargo ahora le agradezco que me lo haya preguntado, porque ésa es la base sólida de nuestra amistad.
Somos muy diferentes. Ella se arregla muchísimo, tenemos un círculo de amigos diferentes, socializa a cada momento, cree en Dios.
Cuando estoy con ella siento plena libertad de decir lo que quiera, actuar como quiera, vestirme como quiera, ser como quiera ser. Ella no me juzga. Es justo esa diversidad la que nos hace ser tan amigas. No necesito verla diario. No necesitamos hablar todos los días para que ella sepa que yo estoy aquí, y yo sepa que tengo una amiga que me extiende la mano siempre.
Me encanta ser su amiga. Me encanta la honestidad que manejamos, y los chismes que compartimos, me gusta el sarcasmo que maneja y me encanta, me encanta que sea tan abierta, que quiera superarse. La admiro porque ha pasado por cosas muy difíciles, y las ha superado con entereza y con clase. También admiro a su familia, a su mamá porque ha sido una gran mujer y una gran madre, a sus hermanos porque han sido apoyo de su hermana en los momentos más complicados de su vida, y a ella porque disfruta la vida como poca gente que conozco.
Lichis, quiero que sepas que me siento súper orgullosa de ti. En estos años te he visto evolucionar, y es un placer y un privilegio.
Te adoro amiga.

1 comentarios:

Shisha dijo...

solo quiero decirte que te adoro mi charbs, neta gracias por tu amistad, y gracias por pensar eso de mí.
De verdad espero que esta amistad nunca muera.