domingo, 3 de junio de 2007

Efectivamente

soy una criticona. Pero no critico la ropa de la gente, ni su origen, ni esas nimiedades que toda la gente se siente con derecho a criticar. Yo no tengo derecho a criticar nada, pero critico muchas cosas: por ejemplo critico a la gente cuando dice pleonasmos, o cuando quieren lucirse y en realidad es fácil demostrar que están equivocados, o cuando no son congruentes con lo que presumen ser.

Pero ahora hablaré de lo superfluo: los pleonasmos:

¿Se han fijado cómo el progenitor anterior a mí es mi papá? ¿O cómo los comunicólogos estamos llamados a comunicar asuntos verdaderos que sean fidedignos y que no pueden ser mentiras sino todo lo contrario? ¿O cómo el güero rubio esta rojo colorado porque inició el principio complicado?

¿No se habian dado cuenta? ¡Qué horror no! Si hasta te lo repitieron. ¡Qué manera tan absurda de gastar palabras para no decir nada!

(Como yo en este post)

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