miércoles, 3 de octubre de 2007

De cómo un día normal puede convertirse en un mal día...

Hoy me levanté a la hora siempre. Me bañé y me vestí. Desayuné. Esperé a que mi mamá y mi hermano estuvieran listos para salir.

Me dirigía hacia el trabajo. Al trabajo me dirigía en el flamante golf 94 de mi mamá, Una carcachita que por mucho tiempo nos ha alivianado la vida. PLaticábamos acerca del escándalo del equipo de futbol Puebla, cuando de pronto mi mamá golpeó la banqueta. Se rompió la llanta y fue todo un rollo cambiarla porque la cajuela no abre, y reclinando el asiento es súper difícil sacar la llanta de refacción.

Al fin cambiamos la llanta. En realidad le dimos dinero a un taxista para que lo hiciera por nosotros. Después mi hermano se fue a la escuela en taxi y regresamos a la casa para que yo me cambiara porque me había ensuciado por hacer malabares para sacar la llanta de refacción. Subí, me cambié y cuando volvimos a bajar el coche ya no estaba. La grúa se lo había llevado.

Todo el día he estado metida en situaciones desagradables. En corralones y entre policías prepotentes.

No quiero ir a la escuela.

Pinche día jodido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Rob:

Hahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha...
Perdón Charbelí, pero es que es muy gracioso. Ya sé que para tí no. pero hay que tomar la vida con gracia. Ahora ya tienes otro argumento para empezar un corto.

Charb dijo...

Jajajaja, menos mal que a alguien le dé risa

patzarella dijo...

Char !!!! Qué pena !!! En verdad lo siento !!! A pero cómo esos "pinches días jodidos" nos pueden amargar la vida, yo lo que intento cuando ya está el tiempo demasiado "jodido" es reírme, ja! no se si por sentido del humor o por puro nerviosismo pero no sabes como aliviana las cosas ;-)

suerte !!!!