jueves, 27 de marzo de 2008

El hombre que dará a luz

La noticia del día de hoy es que, contra todo lo establecido por la naturaleza, un hombre está embarazado...

Pero no es cierto, Thomas Beatie es un transexual que se operó los senos e ingirió testosterona para que su aspecto físico sea masculino, pero no renunció al aparato reproductor femenino con el que nació.

Según el artículo publicado en la página principal de Yahoo, Beatie decidió embarazarse porque Nancy, su pareja, no puede hacerlo.

Me parece que este caso en concreto es un buen ejemplo de la manipulación de información de los medios. Los encabezados no incluyen que, biológicamente, Thomas conserva las características para gestar un bebé. Sólo hablan de que es "hombre".

No dudo que social y mentalmente -por sus roles y pensamientos-, Thomas sea un hombre. Sin embargo, lo que necesita para tener un bebé sigue siendo femenino. De hecho, para poder embarazarse tuvo que dejar el tratamiento de hormonas. Lo inseminaron artificialmente y el resultado fue el embarazo, después de uno que no pudo aferrarse al útero.

Quienes me conocen saben que defiendo el derecho de la gente de elegir su sexualidad, siempre y cuando esta decisión no afecte a terceros -como homosexuales que se meten en matrimonios heterosexuales y al final le hacen daño a sus cónyuges e hijos. Si sienten que están encerrados en un cuerpo que no les corresponde, que la naturaleza se equivocó de género, los respeto. Pero esto me parece verdaderamente irrespetuoso hacia la raza humana: una persona que cambia de género - que se aprovecha de uno y otro, que ya ni siquiera tiene la capacidad de escoger y que se ha negado así mismo dos veces, es divulgado como un orgullo e incluso tiene la desfachatez de posar una fotografía como si fuera una madre preocupada. Es grotesca. Es un insulto a la maternidad.

Para mí, el caso de Thomas Beatie representa una involución de la sociedad civilizada. Con la bandera de "libertad" permiten que dos personas dañen a una que apenas viene en camino, que se está gestando y cuyos andamiajes son inestables. ¿Deberíamos permitirlo como sociedad? ¿Como gobierno? Por supuesto que no. Y sin embargo lo permiten, y le dan un espacio público como si fuera un triunfador.

No es más que un verdadero enfermo perjudicando a un inocente, es la demostración de que nuestra sociedad famélica es indiferente a lo que debería opinar.

2 comentarios:

catrín lavandín dijo...

Hola. Mira Charbelí, no se si es porque son las 4:17 am y estoy viendo "mexicano tu puedes" por depelicula, pero tu post me resultó aspero.

Últimadamente la gente puede hacer lo que se le pegue la gana, se llama LIBERTAD. Tienes que recordar que hace tan solo unos 20 años, una mujer que salía de su casa sin la vendición del matrimonio, era un PUTA, ¡tan tan! o te casabas o eras un paria.

Dos: Si hay algo que me caga la madre, es cuando algún primate me dice que ya debería de madurar y dejar de usar playeras con camisas abiertas, que para parecer más "maduro". Sin embargo conosco infinidad de culeros, que usan sus camisitas bien fajadas y ropita "formal", que se hacen pendejos si embarazan a su vieja. ¿A qué voy con esto? a que la calidad moral de una persona no está determinada su exterior.

Tres: es bueno ver que sigas blogeando, chido que no seas como casí tod@s los que sacaron su blog el año pasado "nomás por estar a la moda" y siguas aqui diario chingadole al internet!.

Saludos

Charb dijo...

Moncho:

Primero que nada, muchas gracias por seguir leyéndome. Sinceramente es bueno que un bloggero experimentado como tú lea mis debrayes.

Segundo, con respecto al hombre embarazado:

a) estoy completamente de acuerdo con que la calidad moral de las personas no debe juzgarse por el exterior. Pero es justamente el interior de esta persona lo preocupante. Quizá ni para ti ni para mí, sino para el niño que está por nacer. Al final de cuentas, él es quien nacerá de un vientre de un padre que fungirá como padre pero en el embarazo llevó el rol femenino.... ¿¿¿¿??? Es un enredo total.

Esta persona se ha burlado de los géneros. De pronto no basta con querer ser hombre y convertirse en hombre sino que además puedes cambiar a ser mujer o tener las características femeninas cuando se te dé la gana, aún cuando las negaste porque quisiste tener un exterior que correspondiera con tu interior -porque el principal argumento de los transexuales es que su mente está encerrada en un cuerpo del género equivocado-.

Te voy a poner un ejemplo: haz de cuenta que estás por jugar un videojuego. Pero para jugar ése que es el más chingón de todos tienes que dejar de jugar otro juego que te gustaba mucho. El juego 1 te encantaría. Mueres de ganas. Te llama. Pero el juego 2, que en este caso tiene sentimientos, te dice que si te vas con el 1 no puedes regresar a éste. Te decides por el 1, pero cuando hay un torneo de videojuegos para entrar necesitas jugar el 2. Y lo juegas a pesar de que ya estaba prohibido. A pesar de que DECIDISTE quedarte con el 1.

Quizá es una analogía burda, pero es una cuestión de decisión. Cuando decides eliges un bien sobre otro. Y más en estas decisiones que tienen que ver con el género, con la concordancia de lo que sientes que eres con lo que ves en el espejo.

Yo podría negar que estoy gorda, pero al final estoy y para ser flaca como me siento -si así me sintiera-, la única manera de verme en el espejo así sería tomando la decisión de operarme o hacer dieta, o ejercicio.

En este caso, su indecisión no afecta sólo su cuerpo o a su pareja, afecta a un bebé. A un inocente que no tiene la culpa que su papá/mamá esté confundido. La decisión es, por ende, irresponsable. Es como si tú quisieras con alguien y ese alguien no se decidiera. A ti qué más te da que sea indecisa, pues te importa en tanto te afecta.