viernes, 3 de abril de 2009

Being sick

A nadie le gusta estar enfermo. Yo lo etuve combatiendo desde la semana pasada que me fui a Un Techo para mi país, pero ayer en la mañana me pescó. Todo empezó con el estómago, una ligera molestia que en minutos me impidió ir a trabajar. La cosa empeoró: a lo largo del día el estómago amainó un poco, pero empecé a sentir la garganta enferma y un dolor en el pecho espantoso.

Además, desde ayer tengo un dolor de cabeza que sólo se me olvida cuando estoy dormida, pero cuando despierto remonta, sin mencionar el dolor de huesos que también se ha apoderado de mí. Me siento débil, frustrada por los planes que la anunciada enfermedad me ha arruinado.

Me siento de la chingada.

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