sábado, 20 de marzo de 2010

YNSV

¡Va! En verdad irradiaba muchísimo, muchísimo rencor. Y yo, genuinamente me propuse intentar que, para nada, nunca más, importe. Sin embargo, del subconsicente se asoma la añoranza de él. Y en el consciente, en el consciente me da igual.


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