Durante el fin de semana mi vida definió un rumbo distinto. Bueno, quizá estoy exagerando, pero creo que el rumbo sí está definido.
Yo creo en los detalles y las coincidencias. Hay quienes dicen que todo pasa por algo y que las casualidades no existen, pero yo creo que la vida está hecha de deliciosas y terribles coincidencias. Así es como uno conoce a la mejor gente, o como, de pronto, una canción que sonó en la radio marca un momento decisivo y se queda en la memoria como un detonador del recuerdo de ese momento.
Bueno, pues yo este fin de semana me puse uñas postizas. Desde niña me muerdo las uñas y no he podido dejar de hacerlo. Así que, este fin de semana, me vi las manos y pensé que podrían verse más femeninas con las uñas largas, así que decidí que debía dejármelas de morder y que, quizá, si las uñas me crecen debajo de las postizas entonces las conoceré largas y me darán ganas de dejar de mordérmelas. Es un aliciente para mi a veces flaca fuerza de voluntad.
También sucedió que tuve una cita seria con Daffne, quien de ahora en adelante será, ya en serio, mi nutrióloga oficial. Vamos a empezar con metas chiquitas... o eso tenía pensado. Hasta hoy, que me pesé en la báscula del súper y casi me pongo a llorar. Evidentemente, el pudor me gana y no diré cuánto peso. Pero es mucho.
Millones de pensamientos se agolparon en mi cabeza, todos ellos autodestructivos. Pero luego me acordé de un consejo que doy mucho últimamente: "entierra tus pensamientos autodestructivos, se práctica y piensa qué puedes hacer para solucionar tus problemas". Así que ya, si la lo tenía pensado ahora está más que consolidado y traducido a mis acciones: necesito cambiar de hábitos. Es una cuestión de salud primero, y luego de amor propio. Quizá antes, cuando me permití llegar hasta este momento, no me quería, pero el hecho es que ahora sí me quiero y quiero verme debajo de todas estas capas de protección absurda. Ahora dejaré de preocuparme y me ocuparé.
Creo que mi aumento de peso fue la reacción al miedo que me daba el mundo: si no soy "normal", entonces la gente no se me acerca y no tengo que abrirme. Pero no más. Ya estoy dispuesta a regresar al mundo. Ya floté durante mucho tiempo en el espacio exterior, ya sé qué se siente, ahora me reincorporaré adonde pertenezco, aunque a veces me siga pareciendo un lugar tan ajeno... supongo que no estará de más aislarme en el espacio exterior, pero una cosa es un retiro breve y otro querer vivir ahí.
I'm trying.
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Por otro lado, ya es oficial que estamos buscando un lugar para cambiarnos de casa. Me emociona la idea. He vivido aquí desde que mi mamá, mi hermano y yo nos quedamos solos. Mis abuelos nos abrieron las puertas. Ahora, mi abuelo, mi mamá, mi hermano y yo, 18 años después, nos mudaremos.
A ver qué tal.
1 comentarios:
No hay forma más real de aceptar la vida que con cambios y sé que en todo te ira bien =).
Linda semana
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