domingo, 30 de enero de 2011

Ojos. Capítulo final

Tengo una amiga cuyo corazón está roto. Corazón roto. Sujeto sin predicado tan trillado y aún así tan significativo. No es que no sienta. Es que siente dolor. Dolor porque algo terminó. No. No. No algo. Una relación. Está sintiendo demasiado. Se acuerda del engaño y se le encoge el estómago. Le punza ahí. En el corazón. Recuerda esas frases que no eran para ella. Esos Ojos que la vieron. Quizá sin verla. Tal vez miraban los recuerdos del pasado a pesar de que la estrechaba entre sus brazos. Los calificativos que nunca usó para nombrarla. Que sí empleó para nombrar a alguien más. A una sombra que le quitó el protagonismo de su propia historia. Le duelen los párpados de tan hinchados. Así como su alma sigue hinchada por el desazón. Por el pesar. Por el desasosiego. Se mira en el espejo y se reconoce en los labios sellados que no quieren hablar porque desatan la angustia que trae dentro. Se convulsiona de tristeza, sufrimiento y enojo. De ansiedad. Le parece asimismo que todo lo que diga revelará el nombre de aquel que es sujeto de sus amores. De esos amores donde ella no es objeto directo. Ya lo ha perdonado. El amor perdona. El amor transforma. El amor enriquece. Haberlo amado le enriqueció el espíritu al grado que lo perdonó sin que él le ofreciera disculpas siquiera. Se perdonó a sí misma por los errores que cometió y pudo haberse ahorrado. Él. Él seguirá su camino. Él-quién-sabe. Él-tan-importante. Él-tan-volátil. Él es maravilloso. Pero la lastimó. Ella lo ama. Tanto para entender que no tiene más opción que dejarlo ir. Ya no llora. Su alma permanece profundamente triste. Tranquila también. Se entregó y podría haberse entregado más. Sin embargo no hay hubieras. Los hubieras consumen y ella no quiere estancarse en lo que podría haber sido. El mejor homenaje a su relación es que siga adelante. Porque lo que tenía fue real para ella. Quiere trabajar para recordar con amor lo que sí hubo. Quiere cerrar los ojos y remembrar su historia sin dolor. Con agradecimiento. Él le devolvió el amor de pareja que la vida le arrebató una vez. Le dio realidad. Le dio mucho. Y sin embargo es tiempo de decir adiós. A su Ojos. A su mirada. A todo aquello que creyó que era de ella. Que nunca le perteneció.

1 comentarios:

Unknown dijo...

"Lo cierto de la vida es que es impredecible[...]", y aunque lo anterior intenta ser consuelo de algo cuyo dolor jamás podremos imaginar, es cierto que el único homenaje digno de alguien como tu, es continuar. Tal vez el camino se encuentre, en un principio, lleno de baches: pareciera que los recuerdos atormentan lo poco de realidad que le queda a la conciencia; cierto, el dolor es indescriptible, la vulnerabilidad está a flor de piel y cualquier cosa carece de sentido. Pero este es el capítulo final que, de no haber sido escrito por ti, sería una historia vacía, un escenario sin personajes, una pieza sin inspiración.
Justicia y honor para el libro que hoy se cierra. El impacto de una historia que en tus labios se hizo leyenda y, cuando por fin puedas levantar la mirada, estrechar la mano del viento que sigue esperando tu vuelo y grites al eco que es momento de seguir tu camino, te darás cuenta que no es tan difícil dejar ir cuando trabajaste, sobrevivir cuando luchaste y, sobre todo, vivir cuando por amor moriste.
Decía Víctor Hugo que lo lamentable es sólo tener un amor en nuestras vidas, pero la ventaja es que no hay una sóla vida en un individuo.
Con empatía te digo: aprendes a ponerlo en un lugar sin dolor, sin angustia, con memorias repletas de bondad y sonrisas. No es el tiempo ni la espera, son las ganas de seguir y la esperanza del amor por el amor, la vida por la vida.
No lloras por él, sino por ti, te entiendo; más bien dicen por ahí que "un camino sin obstáculos no llega a ningún lado". Al menos hoy sabes que, en el deseo de una respuesta a un pasado empedrado, alguna vez llegaste y el futuro espera, con toda la paciencia del mundo, que llegues una vez mas.
Lo bueno de los escritores es que saben que, cuando cierras el capítulo final, es momento de escribir uno nuevo. Ahí estaremos todos tus admiradores esperando las experiencias que te hagan tomar la pluma y volver a escribir...