Después de algunos meses de ausencia, hace poco volví a Venus, planeta del que mi género es oriundo. Lo cierto es que he pasado mucho tiempo entre habitantes de Marte y ellos empezaban a verme como uno más, porque yo también comenzaba a comportarme de esa manera.
Sin embargo hace poco recordé mis orígenes y me gustaron. Me gustó regresar al misterioso mundo de las mujeres y entenderles todavía. Hablar el lenguaje venusino una vez más, como si nunca me hubiera ido. Me gustó ver a mis compatriotas de género y darme cuenta de que todavía me guardan un lugar en ese planeta de exclusividad. Me hacía falta. Últimamente me había convertido en uno más. Ahora que Marte me ha volteado la espalda, di la vuelta y me di cuenta que ahí sigue Venus, a pesar de las reservas con las que había empezado a comportarme con respecto a ese planeta. Ahí sigue Venus, constante, fiel como es, inteligible como es.
6 comentarios:
Bueno sí, planetas inexplicables y riquísimos cada uno a su estilo :-)
por cierto me gusta el nuevo diseño de tu blog ;-)
Los planetas no dan la espalda, rotan. Si piensas lo contrario tienes malas nociones de astronomía. Sí, estoy de malas. No, no es contigo. Sólo pensé en aclararte el punto.
welcome back!!!!
Patzarella, qué gusto saber que sigues frecuentando mi blog, o leyéndolo de vez en cuando. Qué bueno también que te guste el nuevo diseño, ya le hacía falta un cambio aunque sea en forma.
Daff, ¡¡¡¡GRACIAS!!!! Ya nos hace falta sentarnos a hablar venusino un rato.
Anónimo, Is not always about you. De todas maneras, gracias por la aclaración. Me da gusto que te metas al blog. Efectivamente tengo malas nociones de astronomía, pero esta vez te falló la percepción.
me da gusto que me haya fallado. Por cierto me gusta mucho el nuevo diseño de tu blog
Publicar un comentario