jueves, 27 de diciembre de 2007

Bleu

Fue a Videodromo. Nunca había entrado y quería saber cómo susbribirse para poder rentar películas. Y entró. Se dirigió al mostrador para pedir informes. Los pidió. "Un comprobante de domicilio, copia de tu identificación y 200 pesos".

Entonces miró hacia abajo. "Blue"... "Bleu"... "Tres colores: Azul". Ahí estaba. La ansiada reliquia. Ahí. La que había estado buscando desde que la vio por primera vez en la videoteca del Centro Nacional de las Artes. La película que sólo ha visto dos veces pero la ha marcado.



"210 pesos". Por sólo 210 pesos la copia sería suya. La tendría en sus manos. La palparía. La vería cuantas veces quisiera. Y como hoy no estamos para tragedias, los pagó. Pagó los 210 pesos para adquirir el único ejemplar de Bleu en la tienda y, ella querría imaginar, en todo México.

¡Sí! Es suya. Al fin.

1 comentarios:

Rodricus dijo...

Videódromo es toda una institución. Cuántas horas de esparcimiento nos brindó a un grupo de amigos hace años, cuando vivíamos cerca.

Yo no soy fan de Kieslowsky (seguramente escribí mal su nombre), pero recuerdo una película excelente.... ¿"El aficionado"? Sí, quizá así se llame. Una hermoso drama.

Qué bueno que hizo suya esa copia de Bleu, y que no esté para dramas.