lunes, 12 de abril de 2010

Decálogo de desamor (apuntes de experiencia propia)

Debido a ciertos acontecimientos que han sucedido últimamente, estaba pensando en hacer una guía de "leyes" de cuando uno se siente triste porque una relación terminó. Una de esas relaciones apasionadas e irreverentes que nos llevan al límite y en la que nos entregamos sin reservas. Una de esas maravillosas relaciones que marcarán nuestras vidas para siempre. Después me di cuenta de que era absurdo. Todos vivimos la tristeza de manera diferente, así que no hay manera de encasillar el dolor que provoca una despedida. Así que lo escribiré es simplemente una serie de reflexiones que seguro no tienen nada de nuevo, pero que a mí definitivamente me ayudaron para salir de la depresión más grande de la vida: la pérdida del ser amado.

1. Aunque a menudo sucede, uno no puede comparar la pérdida del ser amado con la muerte. En la primera, uno de los dos (o los dos) decidió irse, y en la segunda fue la vida. Cuando alguien que queremos muere uno tiene que vivir con la muerte, no con que el otro sigue rondando el mundo y decidió no hacerlo conmigo. Por otro lado, es un alivio saber que el otro sigue ahí.

2. La agonía es terrible, pero acaba. Es posible que, si nos convenciéramos de que todo el dolor que sentimos desaparece paulatinamente, quizá podríamos controlar nuestros ataques de ansiedad, las ganas de hablar con el otro, la desesperación de que no tenemos una máquina del tiempo para regresar los días, o una manera de entrar en el cerebro del otro y saber qué pensó cuando decidió que era momento de dejarnos ir, o en qué momento decidió no detenerse cuando lo dejamos ir.

3. Las dudas consumen, es mejor apegarse a los hechos. El hecho es que la persona que estaba ahí, a mi lado, no está más. En la práctica, las razones no importan. Al menos no importan en la primera parte del duelo, cuando somos autodestructivos. ¿Para qué atormentarnos con las preguntas que nos van a hundir en la depresión absoluta, si lo que necesitamos es salir a flote?

En este punto somos necios. Las preguntas nos carcomen. ¿Qué hice mal? ¿En qué fallé? ¿Qué pude tener mejor? Estas preguntas no sirven porque las relaciones son de dos. Los dos tuvieron aciertos, y los dos fallaron. La verdadera razón por la que ya no están juntos es que uno -o los dos- dejaron de tener voluntad para mantener la relación. Por la razón que sea, la voluntad ya no está. Ésa es la razón.

4. Todos necesitamos unos días de claustro para llorar sin pensar, sólo para sentir. Creo firmemente que el final de una relación debería establecerse en la Ley Federal del trabajo como un motivo para tener algunos días libres. Todos deberíamos tener la posibilidad de entristecernos y quedarnos en cama sólo a llorar, o a dormir, o a manifestar nuestro dolor. Así, hasta sentirnos patéticos por haber llorado tanto y nos miremos y estemos hechos polvo con los ojos hinchados y nuestro hedor invada el cuarto. A ese grado. Salvo algunas personas con patologías, la realidad es que la mayoría nos hartamos de ese estado, y llega un punto en el que nuestra dignidad nos obliga a salir adelante.

5. Escucha una sola canción. Cuando viví mi duelo dejé de escuchar a No Doubt, The Cranberries, y otros grupos. No los soportaba. En todo caso, las empleaba para flagelarme porque me recordaban al susodicho. Luego, un amigo me contó su método: él repetía una canción para que el recuerdo no manchara grupos enteros, ni muchísima música, sólo una canción.

6. Construye nuevos recuerdos. Por salud mental, uno tiene que enterrar momentáneamente los buenos recuerdos. Son dispensables para la primera parte del duelo. ¿Cómo lograrlo? A través de la creación de nuevos recuerdos. Por ejemplo, ver alguna película que uno sólo veía con la ex pareja con otra persona, realizando actividades que eran de dos en grupo, entre otras opciones. Por experiencia digo que los recuerdos enterrados salen a flote cuando el tiempo pasó, pero resplandecientes y como testimonios de una buena época en la vida. Sin embargo, al principio son tortuosos.

7. Guarda lo que te regaló. No lo destruyas. Craso error tirar las cartas, regalitos y demás recuerdos de la relación. Uno siempre se arrepiente. Mejor guardarlos hasta que la fuerza regrese y uno pueda verlos como lo que son: recuerdos.

8. Recuerda que la vida sigue y no se espera. Este punto parece un cliché, pero si es cliché es porque es una ley de leyes. La vida no espera a nadie. El tiempo pasa y si uno deja que se lo coma la tristeza, cuando al fin logre salir será sólo para ponerse triste por todo lo que pasó mientras uno se rascaba las heridas para que sangraran otra vez.

9. No vale la pena desperdiciar la vida esperando a quien ya te dejó ir. A veces uno, en la incredulidad, cree que las cosas pueden tomar el curso conocido y que, quizá, el otro recapacite y regrese. Sí, es una posibilidad, pero no es la más común. La realidad es que si el otro hubiera pedido que lo esperases, quizá lo habrías hecho. Pero nadie te lo pidió. No es ése el rumbo que tomó la relación. Se terminó. ¿Para qué esperar lo que ya no tiene futuro? Espera y futuro son un verbo y un sustantivo que van de la mano.

10. Esta experiencia es la prueba de que alguien te amó y amaste a alguien y puede volver a suceder. Quizá no pase con la misma pasión, porque estas rupturas marcan las relaciones que tendremos en el futuro, pero seguramente las siguientes serán mejores. No nos reciclamos para alguien más, simplemente mejoramos para las que siguen. Hay que ver la relación que terminó como un preparativo de lo que viene después y que, indudablemente, será mucho mejor.

Seguro hay más, pero éste es mi decálogo, si se me ocurren otras las anoto después.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que en la vida no hay algo más complicado que las relaciones humanas. La gran diversidad que tenemos como raza hace muy válido el cliché (cada cabeza es un mundo) y bien valdría considerar cada día como "La guerra de los mundos" ja. Pero es bello que el vivir muchas veces sea basado en el amar y en el luchar cada día por experimentar y conocer y claro, dentro de todo esto siempre estarán esos desamores que gracias a Dios existen, no imagino como valorariamos el amor sin haber experimentado un desamor. Yo he tenido pocas parejas en mi vida, pero cada una ha sido intensa a diferentes niveles y sí, es verdad, cuando uno piensa que nunca amara de nuevo, llega alguien más a embarrarnos en la cara nuestro error y a dibujarnos de nuevo una sonrisa estúpidamente romántica en nuestro rostro y nuestra alma. Me gusta tu decálogo, muy profundo y real....me hizo recordar muchas cosas personales =P pues he de confesar que soy un romántico incurable.

Daff dijo...

Y lo mejor es darte cuenta que COMO TODOS DICEN... LO MEJOR ES LO QUE VIENE, y ya cuando por fin LO QUE VIENE finalmente llega, y tienes la perspectiva del tiempo, te das cuenta que es mejor que antes,en todos aspectos, más placentero, menos doloroso, mas excitante, alegre. Pero que tenias que vivier las experiencias anteriores para poder disfrutarlo plenamente.

Charb dijo...

Mr-AllanPo:

Casi me parece que este medio es insuficiente para contestarle. Pero en fin, es el que tengo así que por aquí le contesto :D.

Por supuesto que su declaración de que es usted un romántico incurable sobra un poco. Ya lo sabía :D, pero nunca está de más que lo acote. Por mi parte, puedo decirle que sólo he amado una vez en la vida (el amor que se siente hacia una pareja, claro está). No sé si algún día vuelva a estarlo, pero espero que sí. Si no, la verdad es que me resulta secundario porque amé profundamente, casi hasta vaciarme. Sin embargo, si vuelve a pasar, sé que voy a amar mucho mejor y que en la intensidad habrá madurez. Algún día, quizá algún día.

Charb dijo...

Daff!!! estoy de acuerdo contigo. No he vuelto a amar así (como bien sabes), pero el futuro se inundó de "MEJOR". Definitivamente disfruto todo mucho más. No lo hubiera disfrutado de no haber pasado la agonía. Un besitooooo

Anónimo dijo...

Jajaja, de plano tan evidente es lo que soy?, no será que tu 6° sentido está muy desarrollado? jaja.

¿De verdad fué casi hasta vaciarte? No imagino la cantidad de sentimientos que existían en ese entonces en tu interior, si por lo poco que leo de tí, estas tan llena de ellos que las estrellas parecen pocas en el universo. Un saludo Danila =)

Charb dijo...

Jajaja es obvio desde el pseudónimo: "Mr-AllanPo".

Pero mira, yo también era romántica y aquí va una muestra efímera (que ahora que releí me parece muy cursi, pero en ese momento lo sentía a flor de piel), de todo lo que quise.

http://charbaramos.blogspot.com/2008/04/carta.html

Confieso que me sacó unas lágrimas, y es algo que ya no me afecta en lo absoluto. Ya no me acuerdo cuánto dolía entonces.Yo también era romántica.

Charb dijo...

Lo curioso ahora, Mr-AllanPo, es que muchas veces me da la impresión de que he perdido sensibilidad. Incluso lo he relacionado con mi bloqueo.

De pronto me da la impresión de que esa persona que escribió la carta en 2007 es una completamente distinta a mí. Como si de ella no quedara nada más.

Anónimo dijo...

Woow!! Debo decir...que me quede sin palabras...aún no lo digiero. Leer esa carta fue como subirme a una montaña rusa, con subidas lentas, caídas impresionantes y giros lacerantes y de la que después de bajarme del carrito, al voltear a ver donde estaba sentado observaba a un niño y una niña tomados de la mano, sonriendose uno al otro y luego los veía alejarse junto con el carrito que ya avanzaba de nuevo. Sólo puedo decir que ojalá esa Danila de ese tiempo resurja junto a un hombre lleno de la misma cantidad de virtudes que al día de hoy me parece que estas llena, aunque se niegue tu consciencia a aceptarlo. Ya es difícil encontrar personas que vibren y sientan como tú, espero que ese bloqueo y esa insensibilidad que dices tener sólo sean virtuales ante tus ojos y temporales, porque lo que yo veo es todo lo contrario. Y agradezco infinito hayas compartido esta carta conmigo. Por cierto.....cada día compruebo....eres en verdad magnífica escritora, tu ritmo y tu estilo son un agasajo. Un saludo,cuídate.

Charb dijo...

Al contrario, muchas gracias a ti, MrPo.

Tengo algunas otras cosas que sí pretenden ser intentos serios de literatura y que no publico aquí por miedo al plagio. Si quieres que te las comparta, avísame, te las mando por correo. Puedes crear un correo con tu seudónimo si así prefieres.

En fin, let me know.

Saludos

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Charb dijo...

¡Hola MrPo! ya te mandé un correo... te agregué a msn pero no sé si lo hice bien. De todas maneras, avísame si te llegó el correo y, si no recibes mi request, pues agrégame tú.

Muchos saludos y mil gracias