La Directora del área, que es una señora verdaderamente encantadora y preocupada por su gente, intentó de varias maneras integrarnos como equipo. Sin embargo, todo parecía inútil. Simplemente parecíamos un nido de víboras (yo no le tiraba mierda a nadie, pero también me incluyo porque soy parte de ese equipo de trabajo) con venenos incompatibles y asesinos de los otros tipos de víboras dentro del nido.
Y de pronto la jefa lo hizo. Involuntariamente, unió al equipo de trabajo. ¿Cómo lo hizo? Pues fue relativamente simple comparado con todos sus esfuerzos desgastantes: trajo a un Gerente que se encargara de las áreas donde, curiosamente, están todas las mujeres conflicto. Yo estoy segura de que fue una estrategia excepcional y digna de admirarse.
Ahora llegan y comparten sus penas y sus quejas con respecto al nuevo jefe. Ahora, al fin, hay unión.
0 comentarios:
Publicar un comentario