sábado, 28 de agosto de 2010

Ocho

Así que voy ocho kilos abajo. No son muchos, comparados con todos los que tengo que bajar, pero al parecer hacen mucha diferencia. Quizá he disminuido volumen. El punto es que los ojos se me ven más grandes y los pechos más breves. Pero al fin, al fin, empiezo a ver que me puedo comprar algunas prendas en tallas normales, que los pantalones me nadan y que los hombres me miran más. No es que antes no me miraran, pero ahora lo noto más.

Y, sin embargo, nunca me había interesado tan poco que me miraran o no. Me da igual. Nunca he sido de esas mujeres que coleccionan cortejos. Es más, cuando he sido objeto de pretensiones rara vez me he dado cuenta. Y sin embargo ahora me da igual. Yo veo mi reflejo y me gusta lo que veo. Me gusta verme las pompas y los senos y el perfil de mi rostro. Me gusta verme los ojos y la boca y darme cuenta de que la papada disminuye. Me gusta verme así, menos voluminosa.

Y luego pienso que en realidad no es un logro estar bajando de peso, es una obligación. Quizá por un buen tiempo, cuando ya haya llegado a mi meta, la gente me señale y diga sobre mí: "mira, era gorda y bajó de peso", como si hubiera sido una meta. La meta nunca es beneficiosa si ésta implica resarcir un daño. El daño, finalmente, ya está hecho. Así que todo este esfuerzo es nada más para regresar. Pero cuando regrese al peso que debí haber respetado, existirán marcas de que alguna vez dañé mi cuerpo y lo inflé hasta que era posible destruirlo con una aguja.

Ahora, cuando veo mi reflejo, me pregunto cómo pude quererme tan poquito, al grado de abandonar mi santuario a la suerte de su peor enemiga: yo.

Pero no soy más mi enemiga. De pronto llegan estos pensamientos autodestructivos que no sirven sino para sabotearme, no obstante yo necesito sobre ponerme, ser más sensata y recordar mi santuario. Aferrarme a los hechos, y el hecho es que, lo justo para mi inteligencia, es que esté protegida y se manifieste a través de la belleza: mi cuerpo.

Así que a seguirle que apenas llevo ocho.

1 comentarios:

Omar Tovias dijo...

Ah esta entrada confrontó 2 estados de ánimo en mí;
1.- Me dió gusto por tí, aunque no te conozco mucho, es chido saber que ese tipo de metas se consigan.

2.- Frustración, Buaaaa yo necesito bajar 20 Kg, jajajaja

Espero obtener fuerzas de esto y vencer al Pie de Fresa con queso, a las quecas, los helados, la pasta, etc. =p