Tuve un sueño padre y raro: soñé que podía enseñarle el amor actual al amor pasado. Y que el amor pasado me enseñaba el amor actual. Y los dos estábamos felices por ambos.
Ojalá de verdad pudiera hacer eso, y que toda la gente a mi alrededor entendiera por qué amo y la intensidad con la que amo sin juzgar.
Uno puede elegir a quién amar. Y yo nunca me he arrepentido de esas decisiones. De esas no.
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