Esta novela ganó el Premio Alfaguara de 2004, con un jurado que presidía José Saramago. Laura Restrepo retrata la locura. A través de su narrativa, que nos lleva por situaciones, momentos y personajes distintos y aparentemente sin razones de estar plasmados en la misma obra, vamos descubriendo a los ascendientes y el pasado de Agustina Londoño, una mujer joven y excéntrica que tuvo un brote de locura.
A lo largo de la
historia el lector adquiere pistas que pueden ser sutiles u obvias.
Desafortunadamente y a pesar de su acertado manejo de historias en
tiempos distintos, además de la cualidad que tiene para empalmarlas,
mientras uno avanza, el final se esclarece y se vuelve predecible.
Asimismo, es posible que termines la novela con la sensación de que no
pasó nada.
El tratamiento que
le da a la locura es paradójico: por un lado es completamente literario y
casi inverosímil –casi porque es ficción, y en la ficción cabe
cualquier cosa- y por el otro parece casi vulgar. Aunque el lenguaje es
sencillo, la falta de signos de puntuación dificulta la lectura. Además
no hay capítulos sino partes de la historia divididos por blancos, lo
que puede hacer que la obra sea cansada y menos ágil.
De todas maneras,
es un Premio Alfaguara, uno seleccionado por José Saramago y vale la
pena leerlo y que formes tu propia opinión al respecto.
Charbelí
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